por julio pérez márquez

Los lisosomas son orgánulos esféricos u ovalados que se localizan en el citoplasma celular.
En general son fáciles de localizar en microscopía electrónica porque es el orgánulo membranoso más oscuro (el más teñido) de cuantos contiene el citoplasma; comparativamente, las mitocodrias presentan una tinción más grisácea. La imagen de la izquierda muestra una célula completa, mientras que en la de la derecha se muestra una imagen parcial del núcleo y citoplasma. Los lisosomas se han señalado con flechas rojas.


EL LISOSOMA ES HETEROGÉNEO MORFOLÓGICAMENTE

El lisosoma consta de una membrana que contiene una cavidad, luz o lumen; es un saco cerrado.
La apariencia relativa al contenido de los lisosomas en una sola célula es muy variable (fotos inferiores). Básicamente, el contenido de un lisosoma puede aparecer homogéneo (que puede correspornder al lisosoma primario, imagen 1) o heterogéneo (que corresponderían a lisosomas secundarios o tardios). En este útimo grupo pueden incluirse algunos orgánulos que pueden derivar de la fusión de un lisosoma primario con otros orgánulos y forman elementos denominados cuerpos residuales (4). Los cuerpos multivesiculares (5), pueden derivar de endosomas y contener exosomas o podrían también derivar de lisosomas en los que ocurren procesos de microfagia.

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En la biogénesis de los lisosomas primarios pueden participar vesículas que provienen del aparato de Golgi que se fusionan y que están cargadas con enzimas hidrolíticas. A partir de este, el lisosoma se encarga de catabolizar la mayoría de los tipos de moléculas bioquímicas que hay en la célula y madurar en el denominado lisosoma tardío o secundario. Como se ha dicho, los lisosomas primarios también tienen la capacidad de fusionarse con otros orgánulos como son endosomas, fagosomas y autofagosomas y generar una variedad de estructuras citoplásmicas como algunas de las que se muestran en la imagen.