Los lisosomas son orgánulos esféricos u ovalados que se localizan en el
citoplasma celular.
En general son fáciles de localizar en microscopía electrónica porque es
el orgánulo membranoso más oscuro (el más teñido) de cuantos contiene el
citoplasma; comparativamente, las mitocodrias presentan una tinción más
grisácea. La imagen de la izquierda muestra una célula completa, mientras
que en la de la derecha se muestra una imagen parcial del núcleo y citoplasma.
Los lisosomas se han señalado con flechas rojas.
EL LISOSOMA ES HETEROGÉNEO MORFOLÓGICAMENTE
El lisosoma consta de una membrana que contiene una cavidad, luz o lumen;
es un saco cerrado.
La apariencia relativa al contenido de los lisosomas en una sola célula
es muy variable (fotos inferiores). Básicamente, el contenido de un lisosoma
puede aparecer homogéneo (que puede correspornder al lisosoma primario,
imagen 1) o heterogéneo (que corresponderían a lisosomas secundarios o
tardios). En este útimo grupo pueden incluirse algunos orgánulos que pueden
derivar de la fusión de un lisosoma primario con otros orgánulos y forman
elementos denominados cuerpos residuales (4). Los cuerpos multivesiculares
(5), pueden derivar de endosomas y contener exosomas o podrían también
derivar de lisosomas en los que ocurren procesos de microfagia.
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 |
En la biogénesis de los lisosomas primarios pueden participar vesículas
que provienen del aparato de Golgi que se fusionan y que están cargadas
con enzimas hidrolíticas. A partir de este, el lisosoma se encarga de
catabolizar la mayoría de los tipos de moléculas bioquímicas que hay en
la célula y madurar en el denominado lisosoma tardío o secundario. Como
se ha dicho, los lisosomas primarios también tienen la capacidad de fusionarse
con otros orgánulos como son endosomas, fagosomas y autofagosomas y generar
una variedad de estructuras citoplásmicas como algunas de las que se muestran
en la imagen.